Una águila calva -símbolo de la colección MVZ "Black Luxury"-, se proyectó detrás de la performance de Juana Molina.
En 1782, el águila de cabeza blanca fue elegida ave nacional de EE.UU.
En acción. Juana Molina, con un diseño de MVZ.
En 1782, el águila de cabeza blanca fue elegida ave nacional de EE.UU.
En acción. Juana Molina, con un diseño de MVZ.
Con una imponente puesta en escena en los viejos galpones del ferrocarril donde reside el artista plástico Carlos Regazzoni, María Vázquez presentó "Black Luxury", su nueva colección otoño-invierno 2010. La cita fue el pasado jueves 18 de marzo con la constante amenaza de lluvia que finalmente no opacó la velada y permitió que la presentación se realice sin contratiempos.
La propuesta de María Vázquez fusiona el lujo y las artes, con la toma de conciencia sumada a la responsabilidad social. La marca combina dos aspectos que pueden parecer opuestos, pero que tienen mucho en común, debido a que el lujo no significa excluir la conciencia de proteger al medio ambiente ni desaprovechar los recursos sustentables.
Con el apoyo de Phillips Iluminación, y con el marco de las curiosas obras de Regazzoni, el espíritu ecológico de la marca se vio reforzado por la utilización del jardín, iluminado con lámparas de bajo consumo Philips, que ahorran un 80% de energía y tienen una vida útil de 8000 horas, para ayudar a cuidar el medio ambiente.
La cantante Juana Molina junto a las modelos –que descendieron de un altísimo andamio-, hicieron una performance audiovisual que sumergió a los invitados en los sonidos ambientales y electrónicos que luego serían complementados con un set de la Dj Carla Tintoré. Las actrices Eleonora Wexler, Paola Krum, y Romina Ricci, y la conductora de TV Ursula Vargues acompañaron a MVZ en su gran noche.
La colección María Vázquez Otoño-Invierno 2010 explora lo sensitivo por sobre lo conceptual, basándose en texturas táctiles y visuales sumadas a una silueta bien definida y geométrica. En la colección "Black Luxury" vamos a encontrar diseños con una fuerte influencia de los años 80’ y el resurgimiento del glamour y la sensualidad propios de esta década.
Las piezas más emblemáticas son las que marcan los hombros; pantalones ajustados y combinados; minifaldas con texturas, vestidos con silueta tubo, prendas súper cortas con telas de alto impacto como brocatos, todo acompañado por llamativos accesorios que suman brillo metálico a los conjuntos.
La paleta cromática se basa en los neutros, con gran predominio del negro y colores como el rojo y azul. Las estampas son en su mayoría abstractas y orgánicas, incluyendo en éstas una reformulación del animal print.
Las texturas tanto visuales como táctiles fueron realizadas con materiales no convencionales que suman atractivo a una colección que si bien retoma una década pasada, la reformula y la devuelve a la actualidad modernizándola y adaptándola a la mujer de hoy.
ARTE, ARTE, ARTE. Las obras de Carlos Regazzoni pueden visitarlas en Av. Libertador al 400, del lado de las vías.
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