Socks practicando un discurso en el atril de la Casa Blanca
Foto Barbara Kinney/The White House
Foto Barbara Kinney/The White House
Socks, el gato presidencial más fotografiado de la historia, tiene cáncer y no goza de buen pronóstico. “Sus días están contados,” dijo Barry Landau, autor del libro "The President’s Table: Two Hundred Years of Dining and Diplomacy", y amigo de Betty Currie, dueña del felino.
Hay que recordar que Currie, quien vive al sur de Maryland, fue secretaria personal de Bill Clinton, y se llevó Socks luego de que los demócratas terminaran su período de gobierno en 2001. En ese momento, Hillary Clinton había sido elegida Senadora y se mudaba a New York para dirigir su fundación.
Linda Kulman, la real autora del libro de Hillary Clinton, "Dear Socks, Dear Buddy: Kid’s Letters To First Pets", se entristeció con la noticia y dijo, “És de lo que no hay.” Para el libro, Kulman, comentó que pasó tiempo con Socks y con Buddy, la primera mascota de Clinton. “Él era un gentleman. Era elegante y un perfecto residente de la Casa Blanca.”
En los últimos años, a Socks se lo ha visto paseando por su casa de Maryland y haciendo apariciones especiales en público. Sin embargo, su condición ha empeorado incluyendo pérdida de peso y problemas de riñones.
Socks tiene casi 19 años y fue adoptado por los Clinton en 1991 cuando Bill era todavía gobernador de Arkansas.
-Clinton's Socks the Cat Near Death
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