3 de Marzo, 2014. La decoración del Grand Palais, de París, para la colección Chanel otoño-invierno 2014/2015.
"El supermercado es algo de la vida de hoy. Hasta la mujer que usa ropa cara va al supermercado, pero ella no debería ir con stilettos", dijo Karl Lagerfeld a WWD.com
"El lujo debería ser usado como si fueras al supermercado. Es el arte pop del siglo XXI", dijo Lagerfeld a The Associated Press.
La invitación al desfile repartida unos días antes anticipaba: “Chanel Shopping Center”. Luego de la coqueta galería de arte del desfile pasado, Lagerfeld convirtió al Grand Palais en un hípermercado regido bajo el faro de la eterna doble C. Más de cien mil artículos fueron puestos en las estanterías donde no había lugar para las ofertas porque incluso algunos productos se vendían con un recargo ¡del 20 al 50 por ciento más!
De esos cien mil, 500 productos fueron re-etiquetados con la marca Chanel donde también hubo espacio para góndolas de productos DIY –do it yourself-: felpudos con estampa “Mademoiselle Privé”, cajas de pañuelos llamados Les Chagrins de Gabrielle (Los disgustos de Gabriela); capullos de algodón negro etiquetados como ‘bâtonnets élégants’; pinturas para casas de color Gris Jersey, papas fritas Coco Pops, gaseosas “Tweed Cola”, spaghettini Chanel Nº29, y hasta una motosierra con cadena –la cadena de Chanel, por supuesto.
Otro de los productos que más atrajo a las clientas del súper fue una bolsa de basura redefinida –vía fundición- como una codiciada cartera. Algo que no es nuevo para el mercado argentino al menos.
La modelo Cara Delevingne abrió el desfile a toda velocidad con un conjunto rosa chicle de top con panza al aire pero con cuello polera -suelto- y pantalón con agujeros (ripped), coronado con un gran abrigo de tweed en tonos rosa, gris y negro que le llegaba al tobillo. Una cadena acariciaba su cintura como accesorio junto con guantes de cuero rosa y zapatillas desde ya. El segundo conjunto fue similar pero esta vez el top y el pantalón rosa chicle tenían una furiosa dosis de brillo (glitter) y ya no estaba rasgado.
Así fueron navegando las modelos a través de las góndolas al ritmo de Lagy Gaga y remixes de Rihanna –la cantante estaba en la primera fila-, llevando las carteras en cestos de compras realizados con cadenas Chanel ó el típico cuero acolchado de la marca. Algunas llevaban carteras envasadas al vacío como si de embutidos se tratara, otras llevaban bolsas de compras –pero Chanel-, y hasta las más serías vestidas de negro formal parecían haber confundido el supermercado con un aeropuerto con su carrito de viaje.
Hacia el final las modelos en grupos de dos o tres se ayudaban entre ellas recogiendo los artículos: una caja de leche de Coco por aquí un vino “Château Gabrielle” por allá.
Incluso se vio una elegante pareja recién salida de la Rue Cambon, donde el hombre cargaba las bolsas de compras Chanel, mientras la mujer parecía elegir los productos para la cena. En la entrevista que pueden ver en la segunda parte de este posteo, Lagerfeld dice que la mujer que compra en el local de Cambon también va al supermercado. Dudo de esta afirmación pero si él lo dice.
Si hablamos de la colección para el próximo invierno Lagerfeld continúa con su interpretación del estilo deportivo chic: pantalones calza, chaquetas con cierre, remeras hechas con tela de malla, tops al cuerpo, y zapatillas.
Gran protagonismo tuvieron los vestidos y vaporosos sacos color negro o en un melancólico gris con características típicas de la Maison. Mis preferidos los conjuntos con pantalones cortos de cuero superpuestos a pantalones largos más holgados (baggie) con dobladillo, como el que llevó la modelo Caroline Brash Nielsen ó Zuzu Tadeushuk.
De repente un anuncio se escuchó en alta voz: “El centro comercial cerrará en breve, por favor sírvanse como regalo frutas y verduras y por favor venga otra vez”. Según dicen, algunos editores escucharon mal el mensaje y se llevaron algunos souvenires de más. Oh OH.
Como una extensión de la colección Alta Costura todos los conjuntos fueron llevados con zapatillas –algunas de caña alta. Porque además, como el propio Lagerfeld destacó: ¿quién va al supermercado con stilettos?
El código de barras de la colección Chanel Otoño-Invierno 2014/2015.
Números del desfile.
3.400 invitados.
13.000 metros cuadrados ocupados para montar el supermercado.
Más de 100.000 productos en góndolas.
500 productos re-etiquetados con la marca Chanel.
79 modelos desfilaron sólo 1 traje cada una.
4,5 minutos el tiempo que le llevó a cada modelo recorrer el supermercado.
Fotos Style.com; IMAXTree.
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