En la tarde-noche del miércoles Dior presentó su colección Crucero 2015 "Transatlántico", en el barrio de Brooklyn, en Nueva York. Sin embargo, la historia de Dior con Estados Unidos se remonta al año 1947 cuando el Christian Dior presentó su primera colección en París y fue alabada por Carmen Snow -famosa editora de la Harper's Bazaar USA:
"It's quite a revolution, dear Christian! Your dresses are wonderful, they have such a new look", dijo Snow.El mismo año Dior viajó a Estados Unidos (en un transatlántico, por supuesto) y fue el primer francés en recibir el Oscar de la moda entregado por la tienda de departamentos Neiman Marcus. Este New Look se haría conocido de boca en boca y todas las mujeres americanas querían vestirse con él.
Dos cosas quedaron en evidencia a partir de este desfile: Brooklyn está de moda para la moda, y Raf Simons tiene su puesto bien asegurado en la Maison Dior.
-Con este texto, la web de Dior presenta esta colección titulada "Transatlántico":
Tomó poco más de unos minutos cruzar el East River en barco para llegar a los muelles y la locación del desfile, un mini crucero en el cual Manhattan y su horizonte de rascacielos se contrajeron a medida que uno pasaba por debajo del puente de Williamsburg, mientras que el contorno lejano de la Estatua de la Libertad podía ser espiado entre los pilares del puente de Brooklyn. Cruzaba un poco agua, adecuados teniendo en cuenta que era la colección Cruise la que presentaba la casa Dior, pero también un cruce de agua como un prefacio, ya que fue un definitivo viaje lo que la colección estaba proponiendo, un viaje de largo recorrido entre París y Nueva York, entre la calma elegante y plácida de la avenida Montaigne y la estimulación de la energía bulliciosa de la Gran Manzana. No en un solo sentido, sino un viaje de regreso, con la doble referencia evidente en toda la colección, y fue una sutil y abstracta visión de la asociación de estas dos ciudades de dos países las cuales Raf Simons ofreció aquí, como un puente transatlántico entre las dos culturas.
"Estados Unidos es una constante fuente de inspiración para mí", dice Raf Simons. "La cultura pop, la energía, la fluidez... hay algo tan vivo aquí. Lo que siempre me gusta en Estados Unidos es que hay una olla de tal fusión de estilos. Pero siempre hay una mirada - una mirada fuerte. Tanto si se trata de la parte alta o del centro, costa este u oeste, siempre hay una fuerza y una realidad en cuanto a cómo se visten las mujeres aquí.”Fue a partir de esta fuerza que Raf Simons definió la actitud de los looks de este desfile. Hay un saco sin mangas, muy arquitectónico de doble faz de cachemir, bajo el cual un top de seda le otorga una contrastante y aireada fluidez. Hay vestidos bufanda de organza tramada con una sábana drapeada anudada con indiferencia en el busto. Y luego están esas chaquetas o peacoats de tweed que terminan por arriba del muslo con una franja de lana deshilachada.
La chaqueta Bar, tan emblemática de la casa Dior desde la primera colección en 1947, con su cintura pellizcada y caderas pronunciadas, aquí adquieren un nuevo encanto gracias al abotonar horizontal que acentúa la nitidez de su cintura aún más. O en una versión bustier, como un corsé, que da un giro con una solapa de seda fluida.
Los pañuelos están en todas partes en toda la colección. A veces son los clásicos cuadrados de seda que parecen colocados por su cuenta en el cuerpo y en capas para formar vestidos. O tal vez como tops fluidos, tanto geométricos en su estructura y suaves en los estampados pintados a mano. Aquí y allá, uno puede discernir las rayas que forman la bandera de Estados Unidos, reinterpretada en otros colores.
París - Nueva York en sesenta y seis looks, como un resumen de los cinco días que tomó a las elegantes mujeres hacer la travesía entre las dos ciudades en los barcos transatlánticos de la época de Monsieur Dior.
Fuente DiorMag.com
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