Para dar respuesta, la médica dermatóloga Cecilia Ventrice (MN 122591) explica: “Cuando nuestra
piel está en contacto con el frío, los vasos sanguíneos se contraen para preservar al cuerpo de la
pérdida del calor. Esto modifica la llegada de nutrientes a la sangre y como consecuencia, aumenta
la pérdida transepidérmica de agua, es decir, se reduce la secreción sebácea que aporta la
humectación natural de la piel”.
A su vez, existen determinadas áreas de la piel que, por sus particularidades y exposición, suelen
estar más influidas por el clima frío. Algunas de estas son las manos, los labios y el rostro. Estas zonas
son propensas a descamarse, resecarse e inflamarse causando molestias, ardor y picor. Teniendo
todo lo anterior en cuenta es esencial preguntarnos: ¿qué podemos hacer para evitar estos
síntomas?
En este sentido, el médico dermatólogo Daniel Troncoso (MN 149755) expone: “La piel es dinámica,
va teniendo cambios que van a estar dados por la genética, la alimentación, nuestras rutinas de
cuidado -donde más podemos ayudar- y uno de factores más importantes va a ser el clima”.
Para
mantener saludable nuestra piel, el Doctor recomienda:
1. Acortar duchas: “Todas las pieles necesitan mayor cuidado en el invierno. Por el frío, la
vasoconstricción (estrechamiento de vasos sanguíneos) va a hacer que nuestra piel tenga menos
grasa. Por lo tanto, ducharse por un largo tiempo contribuirá al resecamiento y deshidratación de la
piel”.
2. Es necesario hidratar la piel después de la ducha, con productos de hidratación prolongada. Esta
práctica nos va a ayudar porque es el mejor momento para absorber los productos y mantener
cuidada nuestra barrera cutánea.
3. Hidratar labios, rostro y manos: “Sin el cuidado adecuado, estas zonas pueden volverse más
secas, opacas, rugosas o con escamas blanquecinas que tienden a formar fisuras. Los síntomas que
suelen acompañar a estas circunstancias son: tirantez, prurito y dolor. Para combatirlos, es
recomendable hidratar dichas zonas con más frecuencia”.
4. Usar productos que no tengan muchos activos: “La piel tiene un ph determinado (entre 4,5; 5,5) y
es recomendable usar productos que mantengan ese ph, que no contengan muchos tensoactivos”.
5. A la hora de secarse la piel, hacerlo de a golpecitos: “No secar refregando, eso va a alterar la
barrera cutánea y va a ir privándola de sus lípidos”.
Teniendo en cuenta estos cuidados y lo esencial que es la hidratación en el invierno, los productos de
CeraVe pueden ser grandes aliados para cuidar la salud de nuestra piel. Desarrollados con
dermatólogos, proveen una línea de productos con una combinación de 3 ceramidas esenciales,
idénticas a las que se encuentran naturalmente en la piel (ceramidas 1, 3 y 6-II), ácidos grasos y otros
lípidos, para ayudar a reparar y fortalecer la barrera cutánea en forma prolongada. Esto sucede mas
que nada gracias a su exclusiva tecnología MVE (MultiVesicular Emulsion Technology), que libera
ingredientes activos de forma permanente durante 24 horas, capa por capa, para ayudar a mantener
la función barrera natural de la piel.
Es necesario destacar que siempre que se presente un síntoma que llame la atención, es necesario
visitar a un médico dermatólogo para que indique el correcto diagnóstico y tratamiento de forma
personalizada.
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