La casa de lujo francesa Longchamp, inauguró el pasado 3 de mayo su flagship de Nueva York en la Quinta Avenida de Manhattan, una de las calles comerciales más famosas del mundo. Situada en el 645 de la Quinta Avenida, en la Torre Olympic junto al Rockefeller Center y a la Catedral de San Patricio, la boutique cuenta con 4.000 metros cuadrados repartidos en dos pisos convirtiéndola así en la más grande de la firma en los Estados Unidos.
La Torre Olympic es un monumento arquitectónico, y una afirmación atrevida de por sí y sobre sí misma. Se describe con los términos prismática y cinemática. La estructura que rodea la boutique se compone de capas de lazos de metal prominentes en fila y de suaves tonos dorados y champán. Las tiras metálicas son rígidas pero dan una sensación de flotar o de ondear con el aire.
La iluminación de la fachada de la flagship es igualmente única y novedosa para Longchamp. El propio diseño resalta los contrastes de las propiedades visuales entre materiales como el aluminio, el metal y el acero inoxidable pulido. La vibrante fachada representa una identidad visual fresca, y marca un nuevo capítulo en la historia innovadora y narrativa de Longchamp. Esta afirmación visual se presentó durante la inauguración de la flagship de la Casa en Shanghai, China. En un mundo siempre interconectado y en movimiento, este estilo vanguardista anuncia la entrada en el universo Longchamp con estilo y serenidad.
Una vez en el interior, los clientes dirigirán su atención al punto clave de la boutique: una obra de arte titulada Transchromie Mécanique Aléatoire del autor venezolano Carlos Cruz-Diez. Cruz-Diez es famoso por su estética cinética y óptica, que se hace patente en esta obra. Gracias al efecto muaré de la pieza, Cruz-Diez es capaz de crear una sensación de movimiento al tiempo que cataliza una experiencia visual inmersiva a través del color. Existe una sinergia y una continuidad entre la composición en la obra de Cruz-Diez y los elementos lineares de la fachada.
La flagship de Longchamp en la Quinta Avenida incluirá la mayor gama de colecciones de la firma en los EE.UU., incluidos bolsos para mujer, prêt-à-porter, calzado, accesorios de cuero, colección para hombre y todos los artículos de equipaje de la marca. Se presentará cada colección en una serie de espacios diseñados de manera única para presentar los ideales bien conocidos de la elegancia parisina de la Casa.
Inaugurar una tienda insignia en EE.UU., en un enclave tan cosmopolita como lo es la Quinta Avenida, se antojaba como un paso natural vista la cantidad de emplazamientos de otras boutiques Longchamp ya existentes en el mundo. Estas se encuentran en París, Hong Kong, Londres y, de manera más reciente, en Tokio.
«Es un buen momento para que nuestra marca abra sus puertas en la icónica Quinta Avenida. Ahora ya podremos llegar a un público local e internacional más amplio», según Stephanie Disegni, Presidenta y Directora Ejecutiva de Longchamp USA.
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