Romanticismo: una sutil subversión de la interioridad desnuda
Dando forma a la libertad de ser uno mismo, sin etiquetas y sin pertenencias. La gracia como forma de ser y como medio de expresión.
Aristopunk: la delicada rebelión que brota de la conciencia.
Rompiendo los esquemas, llevando lo que se conoce a los territorios desconocidos para hacerlo convencional. Lo extraordinario que se vuelve ordinario.
Las asociaciones libres dan sentido a los nuevos uniformes. Los ajustes de luz son aljabas individuales en figuras secas y verticales.
El abrigo como una cubierta, el chándal como el nuevo traje, la blusa como base. La campera bomber corta, las chaquetas de plumón, creadas en colaboración con Moncler, la bolsa de mensajero de nylon y las zapatillas blancas como elementos de un repertorio urbano revisado. La intarsia animal del archivo de Valentino y el arte constructivo llevan el savoir faire couture en la rutina diaria, haciéndolo normal.
Una secuencia vinculante de azul, negro y gris. Inesperado e interior, armonías de tonos fuera de turquesa, verde oscuro, verde menta y morado.
El romanticismo como auténtica urgencia de mostrarse por lo que uno es, no una ostentosa alegoría de cómo le gustaría aparecer.
La rebelión auténtica tiene una gracia. No grita, es un estado mental.
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