Lanvin siempre tiene vidrieras fuera de lo común: dramáticas, surrealistas y encantadoras. El uso de los maniquíes nunca se limita a la mera exhibición de la ropa, sino que son parte del concepto que muchas veces no se entiende, pero esa es la idea mi queridos.
Las fotografías de arriba pertenecen a la boutique femenina y las de abajo a su equivalente masculino, ambas ubicadas en la rue du Faubourg Saint-Honoré, en París, por supuesto.
-Mirá más vidrieras de Lanvin: acá, acá, acá, y acá.
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