
Así quedaron los maniquíes en la vidriera de la boutique de
Lanvin en
París luego de festejar la llegada del
Año Nuevo 2008. Usualmente las vidrieras presentan maniquíes inmóviles con la intención de que las miradas se dirijan a lo que se intenta vender, sin embargo, parece que esta vez
Alber Elbaz decidió darle a sus muñecas modelos una caja de bombones para que acompañen con champagne y den rienda suelta a lo que quedaba de
2007, inspiradas con los atuendos poderosos que llevan el sello de
Lanvin.
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