Un programa de la RAI reveló que Prada, Gucci, Dolce & Gabbana y otras grandes firmas fabrican sus prendas de lujo en galpones donde comen, duermen y trabajan cientos de inmigrantes chinos, en situación irregular o en la clandestinidad. Los sueldos rondan los 800 euros al mes, según informó el programa de tv Report.
La industria de la moda italiana factura 70.000 millones de euros al año y sus modos de producción no se diferencian mayormente de los de Argentina. Los inmigrantes trabajan hasta 12 horas diarias para cumplir con los pedidos de las empresas que subcontratan a talleres que al mismo tiempo, subcontratan el trabajo a talleres clandestinos.
Durante el programa voceros de las grandes marcas explicaron que contaban con inspectores para vigilar cómo se realizaban sus productos, y que se rompía de manera automática la relación con los talleres que se encontraban fuera de la ley. La explotación por parte de la industria del lujo ya fue denunciada en el libro Gomorra, de Roberto Saviano. En el caso de Gomorra se hablaba de los talleres clandestinos del sur, controlados por la mafia. Report se concentró especialmente en la zona de Prato, cerca de Florencia.
La emisión también puso en el tapete la complicidad entre las grandes marcas y las revistas de modas. La mayoría de los editoriales de moda llevan implícito un intercambio publicitario que no resistiría la menor crítica del producto ante el temor a la huida del anunciante.
La influyente Anna Wintour, directora del Vogue US consiguió imponer este año que la Semana de la Moda de Milán durase sólo cuatro días, en vez de los siete previstos. De esta manera, quedaban afuera los diseñadores que recién comienzan. A Wintour le convenía, simplemente, regresar antes a Nueva York.
Una prestigiosa periodista del Vogue US agradeció cínicamente la medida, aceptada por los empresarios italianos: "Todo Vogue US agradece por el calendario de esta semana, que nos ha permitido reducir al mínimo nuestra estancia, algo particularmente útil dada la debilidad del dólar".
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Fuente: elpais.com
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