-Marilyn Monroe absorta ante la estatua, Bailarina de Degas, -hacia 1956-.
No a la transmigración en otra especie.
No a la post vida, ni en cielo ni en infierno.
No a que me absorba cualquier divinidad.
No a un más allá, ni aun siendo el paraíso
reservado a islamitas, con beldades
que un libro garantiza siempre vírgenes.
Porque esos son los juegos para ingenuos
en que mi agnosticismo nunca apuesta.
Mi envite es al no ser. A lo seguro.
Rechaza otro existir, tras consumida
mi ración de este guiso indigerible.
mi ración de este guiso indigerible.
Otra vez, no. Una vez ya es demasiado.
José María Fonollosa (1922-1991)
1 comentario:
qué hermosa era por amor de Jesús... qepd
besote
Mic.-
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