Cynthia Kern y su esposo Federico Bonomi, propietarios de la marca, junto a Joyce Cherniavsky, representante de Kosiuko Chile.
Descubren irregularidades en varios talleres que eran proveedores de la firma de Federico Bonomi. Afirman que por la confección de una campera pagaban $1,50 cuando la unidad se vende al mercado por un valor que va de los $150 a $200.El gobierno de la Ciudad está detrás de la firma de indumentaria Kosiuko que recibió varias denuncias por trabajo esclavo en los talleres de los proveedores de la compañía.
Tras varios allanamientos en direcciones de 13 locales, los inspectores porteños constataron serias irregularidades al tiempo que descubrieron que en 9 de las direcciones registradas como proveedores de la firma, no funcionaban ningún taller.
En este sentido Gustavo Vera, presidente de la cooperativa La Alameda, señaló que las infracciones registradas referían a que en las direcciones donde supuestamente debían existir talleres de Kosiuko “no había casas de indumentaria, sino casa de venta de artefactos, talleres en negro con condiciones indignas de trabajo”.
En tanto, José Orellana de la Unión de Trabajadores Costureros explicó que por la confección de una campera "se paga al empleado $1,50", mientras que en el mercado el valor de cada unidad va de $150 a $200.
Agregó que por las prendas "los talleristas llegan a pagar $0,60 cuando la prenda terminada el fabricante la cobra entre 15 y 20 pesos".
Por su parte, Enrique Rodríguez, ministro de Producción porteño, explicó: "Pudimos penetrar a la firma principal que se beneficiaba con la venta de las prendas y así hacer todo un trabajo que acredita" las irregularidades que existían en la firma.
El funcionario agregó que se aplicará el "poder de Policía para aplicar las sanciones que correspondan" al tiempo que señaló que caben "sanciones penales, por violaciones a las normas laborales y fiscales, y hasta incluso cualquiera de los delitos que hacen reponsable por estas tipificaciones".
Fuente: Infobae
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