Marta sobre Andy Warhol:
“(A Andy) lo volví a encontrar en el ‘85 y le propuse pagarle la deuda externa argentina con choclo, que yo creía que era el oro latinoamericano. Me lo encontré en el Odeon, le conté la idea y a él le encantó. Entonces fui a su casa de la calle 34, a una cuadra del Empire State. Llevé todos los choclos, hice una montaña, pusimos dos sillas y nos sacamos diez fotos. Yo agarraba el choclo, él subía, yo se lo ofrecía y él lo aceptaba. Así la deuda externa quedaba paga. Pensando que yo era la reina del pop por estos lados y él, el rey del pop por allá, tenía sentido que saldáramos la deuda. Después regalamos los choclos firmados a la gente. Esa fue la última vez que lo vi. Murió dos años después.”
“Cuando se murió New York quedó vacío. Por lo menos para mí se vació. New York era una fiesta con Andy Warhol. Apenas lo encontrabas, él ya sabía de todos los lugares adonde había que ir. Cada vez que me veía me decía: ‘La única, la única’, era una identificación total, como con Dalí. Gente que se reconoce como colega. Él era un par. Nunca más lo volví a sentir.”
Fuente: Página/12
jueves, 15 de diciembre de 2005
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