La revista Fantastic Man le hizo una entrevista al rabino Barry Marcus, quien construyó una amistad con John Galliano luego de su diatriba antisemitista que le costara su puesto al frente de la casa Dior en 2011.
Marcus ayudó a Galliano a acercarse a la comunidad judía luego del fallido intento del diseñador realizado en París tiempo después de los hechos conocidos. “Después de su desafortunado arrebato en un restaurante hace unos años, él se comunicó con la comunidad judía en París, pero ellos tomaron una actitud de autoridad moral y lo evitaron. Así que luego de que se hizo un acercamiento al ADL en Nueva York, su director, Abe Foxman, me presentó al titular de Condé Nast, Jonathan Newhouse, que trajo aquí a John [Galliano],” dijo Marcus.
Ahí comenzó una amistad entre Marcus y Galliano que llevó al diseñador a invitar al rabino a la presentación de su primera colección para Maison Margiela el pasado enero. “Deliberé cuando John Galliano me invitó,” dijo Marcus. “Pero al ser éste su primer desfile, su re-entrada en su pasión, pensé, si él me quiere ahí, luego quién soy para no ayudar a quizás uno de los más grandes talentos a florecer de nuevo?”
El rabino fue visto en la primera fila del desfile realizado en París y las malas lenguas no pudieron dejar de interpretar la situación como un hecho de auto redención por parte de Galliano. “Sé que los cínicos dicen que su motivación para verme ahí fue restaurar su reputación.”
Marcus se mostró optimista en relación a la recuperación del diseñador británico. “Tengo a sobrevivientes del Holocausto en la sinagoga, así que llevar a John ahí fue un riesgo. Pero con el tiempo, construimos una relación y estoy absolutamente convencido de que tildarlo de antisemita sería una injusticia. Como ser humano, como judío, como rabino, como humanista, estoy casi obligado a abrir la puerta a alguien que quiere hacer las pases.”
Marcus comentó que creó que curso a medida para el diseñador que consistió en pasar tiempo con un sobreviviente del Holocausto y asistir el servicio en una sinagoga. Y agregó: “Su conocimiento de los judíos y del judaísmo era realmente muy limitado.”
El abuelo de Marcus era sastre y utilizó su profesión para poder escapar de Polonia a África en los años ’30. Esta relativa familiaridad con la industria de la moda convenció al rabino para ayudar a Galliano en el peor momento de su vida.
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