Con el set decorado como una vieja película de estudio con iluminación flotante Alber Elbaz produjo otra sinfonía de emoción, nostalgia e innovación para Lanvin.
El desfile realizado en el ala izquierda de la Escuela de Bellas Artes fue variado -los diseños de Elbaz son famosos por ofrecer múltiples opciones para la mujer.
En la primera tanda se vieron sombreros de equitación con plumas se llevan con abrigos de tweed asimétricos en negro, marrón y blanco que conllevan la arrogancia del siglo XVIII, con líneas horizontales y flecos tan sueltos que parecían plumas.
La conclusión te lleva a pensar en los nostálgicos vestidos de satén de los años 1930.
Pero el mejor segmento fue el clímax de pieles a mitad del desfile. Elbaz usa las pieles de manera extravagante y con estilo: en faldas, chaquetas, vestidos -e incluso una mochila de cuero que hizo sonreir a los conocedores de la moda.
Fuente The Associated Press.
Fotos Pascal Le Segretain/Getty Images Europe
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