La top modelo rusa Natalia Vodianova abrió el desfile y la súper top brasileña, Gisele Bundchen, lo cerró. En el medio, el regreso del mejor Riccardo Tisci, sin estampados ni panteras -Amanda Lear quedó en la colección de invierno-; un Givenchy inspirado en el mundo surfer y en las sirenas pero con una transposición nada obvia.
Sexy sastrería en conjuntos de pies a cabeza del más pálido rosa: blusas abotonadas hasta el tope, blazer con y sin mangas de amplia solapa se llevan con pantalones/leggings con pequeños cierres abiertos a la altura del tobillo. Las sandalias, apenas con dos tiras gruesas. Acompañaron los cabellos al viento cuidadosamente (des)peinados y el tono bronceado del maquillaje, con una visible lágrima pintada debajo de los ojos.
Para la noche, trajes de etiqueta a la manera de sacos redingote bien modernos, forrados de seda o cocodrilo sobre mini-shorts y sandalias bajas. Los colgantes de plata pesada hacen pensar en un diente de tiburón, quizá otra reminiscencia al mundo marino.
Vestidos negros con amplios volados en el pecho, terminan revelando faldas con transparencias por debajo. Hacia el final, trajes de lentejuelas tornasolados fueron seguidos por conjuntos de neopren de un luminoso color verde oliva, a veces con estampado de leopardo. Tres faldas sujetas a un hombro (o alrededor del cuello) con una cadena de metal a la manera de un bolso.
Entre los invitados no faltaron los más fieles amigos de Tisci como Liv Tyler, los cantantes Ciara y Kanye West, Juliette Binoche y Naomi Campbell.
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| ¿Redingote moderno? |
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| La modelo Frankie Rayder, desfila sólo para pocos diseñadores. |
Faldas sujetas a un hombro (o alrededor del cuello) con cadena de metal a la manera de un bolso.
Gisele Bundchen.
Riccardo Tisci, director creativo de Givenchy.
Fotos Pascal Le Segretain/Getty Images Europe; Style.com
me encantó absolutamente todo
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