martes, 16 de marzo de 2010

Retrospectiva Yves Saint Laurent (1936-2008)

10 de Marzo, Petit Palais, París. Pierre Bergé -de camisa azul- el día de la inauguración de la muestra Yves Saint Laurent (1936-2008)
Fotos: Mairie de Paris - Sophie Robichon

Los afortunados que tienen como destino París en los próximos meses tienen una cita ineludible con la gran retrospectiva de Yves Saint Laurent (1936-2008), que se realiza del 11 de marzo hasta el 29 de agosto, en el Petit Palais.
La muestra promovida por Pierre Bergé, cofundador de la firma YSL y compañero sentimental del artista, reúne más de 300 modelos, videos, documentos y una reconstrucción de su taller. La idea de Bergé es “poner en presente una obra y descubrirla a quienes la conocen mal".
En conferencia de prensa, Bergé desterró los rumores que indicaban que la muestra constituía una exposición-testamento. "¿Un testamento para legar qué a quién? Hoy no hay nadie para recoger ese testamento", señaló el empresario.
Entre otras cosas, recordó las grandes dificultades que atravesaron en 1961 para poder abrir su propio taller de costura, que finalmente vio la luz en enero de 1962. Ahora, "los jalones de toda una vida están ahí, y sobre todo los de la creación de Yves Saint Laurent, que son enormes", destacó.
“La primera sahariana, el primer traje pantalón, el primer esmoquin... Todo eso parece moda, pero va un poco más lejos," resaltó. A Saint Laurent le debemos el revolucionario acto de colocar un traje pantalón sobre el cuerpo de una mujer, hecho al que se refiere Bergé con ir un poco más allá con la moda. Esa idea constituyó un verdadero “manifiesto social”, ¿quién se atrevería a dudarlo?.


Saint Laurent by Bergé

"Si debemos definir a Yves Saint Laurent diría que sí, que fue un artista, pero que sabía muy bien que la moda no era un arte," describió a su amigo. Él trabajaba "con limitaciones absolutas", y el mayor límite de su arte "era el cuerpo de la mujer", destacó Bergé.
Saint Laurent sabía que un vestido "debía ser portado, que no se vestía de fantasías", y que no era gratuito, sino que servía para algo, "que tenía una definición y una verdadera utilidad".
La moda debe permitir que la mujer "se sienta segura, se sienta ella misma, y confortable", y ese era en todo caso el objetivo que persiguió Saint Laurent, aseguró.
Era un artista "que no olvidó nunca estrictamente cuál era su oficio y su oficio era eso, servir a las mujeres", tarea a la que se dedicó con "inmenso rigor" y "gran integridad", sin dispersarse jamás, subrayó Bergé.

Según Bergé, el diseñador nacido en Orán, Argelia, era un modisto a quien "no le gustaba la moda". "Esto es muy importante", dijo porque pensaba que la moda destruía la creación, y que lo interesante era ofrecer "un estilo", y eso es lo que se ve aquí en esta exposición.
“Al contemplar los modelos exhibidos se comprende muy bien que hay un hilo conductor que une desde el primero al último modelo, y que ese hilo conductor se llama estilo", consideró.
La exhibición recrea la carrera del modisto, desde su primera colección para la firma Christian Dior hasta su último desfile, presentado en el Centro Pompidou en 2002.
Saint Laurent comenzó a trabajar en Dior en 1955 donde aprendió "todo lo que sabía" de su mentor, Christian Dior, cuya muerte prematura, en 1957, hizo que Saint Laurent ocupara su lugar con sólo 21 años. Su famosa colección “Trapecio” de 1958, constituyó un antes y después en su carrera al abandonar el corsé y liberar el cuerpo de la mujer.


Fotos Stephane Feugere

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