lunes, 6 de julio de 2009

El Anti Arrugas N°1 en Argentina y en el Mundo se renueva

A partir de los 40 años, la piel produce menos elastina, pierde firmeza y las arrugas comienzan a marcarse.
Las fibras de elastina son las responsables de la elasticidad en la piel y junto con las fibras de colágeno forman la red tensora que le dan firmeza y sostén.
Nuevo Revitalift Elastine, Dia, Noche y Ojos
Tratamiento Anti-Arrugas+ Firmeza para mujeres a partir de los 40 años.

Su exclusiva fórmula contiene:

•Pro Retinol A: Estimula la regeneración de la piel reduciendo visiblemente las arrugas.
•Fibro Elastyl: Protege las fibras de la degradación
•Proteína Soya: Estimula la producción de fibras de elastina y colágeno
•Nuevo Elastine: Su composición de aminoácidos se aproxima a la elastina de la piel mejorando la elasticidad y firmeza de la piel.

Textura: cremosa pero liviana, especialmente desarrollada para las pieles argentinas.

Resultados:
-ARRUGAS- El 87% de las mujeres mostraron una reducción de las arrugas*
+ FIRMEZA- El 96% de las mujeres percibieron una mejora en la firmeza de a piel**

* % de evolución del puntaje evaluado por una dermatóloga en 39 mujeres en 4 semanas
** Autoevalucación en 51 mujeres durante 4 semanas


Una gama completa para combatir los signos del envejecimiento en mujeres a partir de los 40 años.
L’Oréal, empresa líder en cosmética y belleza, encargó a TNS Gallup Argentina un estudio cualitativo titulado “La belleza del rostro”, cuyo objetivo fue explorar en profundidad la relación entre la edad y la belleza, haciendo foco en el impacto del envejecimiento en el rostro. Para este estudio, que complementa una serie de investigaciones cuantitativas que L’Oréal viene realizando acerca de esta temática, TNS Gallup recluto a mujeres de entre 40 y 55 año consideradas usuarias intensivas de cremas antiarrugas para el rostro (aquellas que las usan por lo menos 5 veces por semana y hace por lo menos 2 años) y realizo 4 sesiones de grupos focales en el mes de junio.

Comentando los resultados del estudio Sandra Durán, Directora del Área Cualitativa de TNS Gallup que estuvo a cargo del estudio afirmó: “La tendencia respecto de la belleza ancla en la búsqueda del equilibrio entre la belleza exterior y la riqueza del mundo interior que se retroalimentan. Por eso las mujeres privilegian aquellos productos de belleza que además de ayudarlas a verse mejor las gratifican tanto a nivel sensorial como a nivel emocional. En este sentido las empresas deben tener en cuenta que todo lo que haga al cuidado ya sea a través de cosméticos, alimentación, deporte, etc. se redefine”.

Carolina Shandley, Brand Manager L’Oréal Paris Tratamientos para la Piel menciona L’Oréal Paris basa su filosofía en el constante aporte de innovación tecnológica y científica a través del desarrollo de sus investigaciones. Pero también, y no menos importante, al profundo conocimiento de la evolución de la mujer en su rol social, de sus necesidades y deseos. Por eso, este estudio cualitativo a nivel local nos ayudará a verificar cómo se replican o no en Argentina tendencias que L’Oréal ya ha detectado a nivel global, pero que se dan con características propias en cada país o región.”

Los principales hallazgos de la investigación confirmaron tendencias que vienen manifestándose en la sociedad argentina de manera sostenida a lo largo de los últimos años:
* En la actualidad, la belleza se encuentra cada vez más vinculada a un concepto holístico de ‘bienestar’ en el que prima la noción de belleza interior, de la que la belleza exterior, asociada a lo meramente estético, es expresión y reflejo.
La belleza se encuentra entonces íntimamente relacionada a los conceptos de equilibrio y armonía y el “estar bien con uno mismo”, haciendo foco en la autoestima y la “saludabilidad”.
De este modo, belleza interior/belleza exterior no se perciben ya como dos polos opuestos en tensión sino como una relación de feedback en la que la realización de un término ya no es posible sin el otro.
* Los valores asociados a la belleza hoy están vinculados con la naturalidad, la frescura y la vitalidad. Aparecen también en primer lugar la delicadeza y la singularidad, como valores que se oponen a “pecados”, generalmente asociados a la artificialidad, la frivolidad y la superficialidad que dominó la década de los ’90 y en menor medida la vida actual: la belleza seriada, producto de las cirugías estéticas, las “Barbies de 50”, el excesivo culto de la juventud, etc.
* Las mujeres de hoy valoran altamente el cuidado personal y la gestión atenta de la propia imagen frente a su entorno. No se valora la obsesividad, ni la dedicación extrema a ideales de belleza forzados, que no cultivan una espiritualidad o una reflexión más madura y realista sobre la relación cuerpo-mente.
* La dedicación a los hábitos y a los rituales cotidianos de la belleza están motivados por un intenso deseo de gratificación y auto-homenaje. “Cuidarse, mimarse y quererse” es para las mujeres de hoy una pequeña reivindicación frente a la agobiada rutina diaria y, aunque muchas veces es percibido como un esfuerzo, en la medida en que se encuentran más conformes con su dedicación y el impacto positivo que provoca en su autoimagen, les da mayor seguridad y confianza frente a los demás, en el mundo familiar y laboral.

La belleza y la edad: la juventud perdida
Según surge del estudio realizado por TNS para L’Oréal, las mujeres que formaron parte del estudio consideran que los 30 años son “la edad frontera” y asignan a ese momento el inicio de “la cuenta regresiva” frente al paso del tiempo. Hasta esa edad, la frescura, la luminosidad y la firmeza se dan por sentadas y es en esta etapa de la vida que comienza a percibirse un cambio.
Entre los 40 y los 50 años, momento en el que según las mujeres consultadas se entra en la madurez, comienza un activo e intensivo trabajo por conservar y preservar los atributos de belleza asociados a edades más juveniles como la naturalidad, la espontaneidad, la sensualidad y la frescura. Sin embargo, en la madurez, estos atributos joviales deben ser llevados con aplomo, sabiduría y elegancia.
Junto al envejecimiento, aparecen otras variables que son tenidas en cuenta a la hora de evaluar la propia imagen en asociación con el paso del tiempo, como lo son el factor genético, los estilos de vida, los aconteceres de la historia personal, etc.

La belleza del rostro
El rostro, y principalmente la piel, es considerado como una pantalla que debe irradiar la riqueza y la belleza del mundo interior de cada mujer, ya que es percibido como un pivote de interacción con el entorno, que las presenta frente al mundo, comunicando y expresando cómo se sienten.
Es por esto que las usuarias intensivas de cremas antiarrugas consideran que un rostro envejecido o descuidado es “inocultable” y que expresa dejadez y abandono, impactando negativamente en la autoimagen.
Indicadores de salud del rostro son la textura y tonicidad de la piel, valorándose positivamente la luminosidad, la firmeza, la lozanía y la suavidad.
En tanto signos indicadores del envejecimiento, la sequedad, las arrugas y las manchas son los problemas de mayor preocupación.
Otra cuestión de acentuada importancia, simbólicamente tal vez más impactante que las arrugas, es la flacidez, que es descripta por las mujeres que participaron de la investigación como “la sensación de que se te chorrea la cara, que se te va cayendo toda” y caracterizada como una secuela del tiempo más decadente, triste y “delatora” en comparación con las arrugas, que son conceptualizadas como signos del paso del tiempo pero con una base positiva, vinculada con la sabiduría y la experiencia de vida.

Las cremas: principales aliadas en el cuidado del rostro
Las cremas para el rostro son percibidas como las primeras y más fieles aliadas contra el paso del tiempo y los signos del envejecimiento entre sus usuarias. Masivas y cotidianas, son utilizadas por 6 de cada 10 mujeres argentinas mayores de 18 años con regularidad y representan la solución más amigable, menos invasiva y agresiva, frente al paso del tiempo, en oposición a las cirugías estéticas o los tratamientos de gabinete.
Las mujeres que usan cremas faciales declaran utilizar cremas humectantes/nutritivas, caracterizadas como de espectro más amplio, textura más ligera y resultados inmediatos. Estas cremas compensan el resecamiento de la piel producido por el envejecimiento y los cambios hormonales y se aplican a lo largo del día.
Mientras que las cremas antiarrugas, son consideradas más específicas, más consistentes, obteniéndose resultados visibles a mediano plazo. En este sentido, se resalta que con un tratamiento continuo y persistente se retrasa la toma de medidas más extremas y soluciones más agresivas, ya que las cremas antiarrugas resultan muy eficaces a la hora de mejorar la apariencia de la piel, darle luminosidad, “rellenar” las arrugas y reafirmar la flacidez.
El concepto de crema más tentador para la usuaria actual, es el de “crema anti-age”, que actúa tanto sobre las arrugas como la pérdida de tonicidad y firmeza. Es fundamental que la propuesta sea seria, sólida y tenga el respaldo de una marca con trayectoria y expertise, ya que las mujeres son especialmente miedosas a la hora de aplicar un producto sobre el rostro.
Por otro lado, se valora la innovación y la tecnología aplicada al desarrollo de ingredientes y principios activos revolucionarios que permitan obtener resultados en el corto plazo, junto a una idea de “acción profunda”, que coincide con las nociones de belleza interior/exterior, ya que se solicita que la crema actúe “de adentro hacia fuera”.
La aplicación de la crema es siempre descripta como un momento de gratificación y placer, es por eso fundamental la experiencia, valorándose especialmente la textura, el aroma y la absorción.

Por otro lado, la practicidad de su aplicación y su accesibilidad económica hacen que sea el producto más utilizado dentro de los hábitos y rituales de belleza cotidianos.
En este sentido, el estudio permite concluir que un nuevo concepto de belleza define un nuevo perfil de usuaria de cremas anti-age, que busca una belleza natural y propia, singular, y acude a soluciones no invasivas, respetando su cuerpo sin agredirlo con intervenciones innecesarias, cada vez más informada y con un mayor poder de discernimiento y acción frente a su imagen y al impacto de los signos del envejecimiento.

Más información en www.loreal.com

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