Bret Easton Ellis nació el 7 de marzo de 1964 en Los Ángeles donde transcurrió su infancia. En 1986, a los 22 años, publicó Menos que Cero, su primera novela con la que fue señalado como el nuevo Hemingway, en la cual desfilaban de fiesta en fiesta chicos ricos con tristeza colocados con cuanta droga se le pusiera en su camino. Dos años después escribió Las Reglas de la Atracción, un libro que pasaría casi inadvertido. Será con American Psycho que ganaría sus más acérrimos enemigos. Publicada en 1991 y más tarde llevada al cine protagonizada por Christian Bale, la historia -narrada con los más ínfimos detalles truculentos- tiene como protagonista al yuppie Patrick Bateman, un ejecutivo cínico devenido en asesino serial durante los desencantados años ochenta de Reagan. Tal fue la polémica que desató que no sólo fue amenazado de muerte y sus editores rechazaron el libro dando excusas de “criterio y buen gusto”, sino que el prestigioso The New York Times publicó una crítica, tres meses antes de salir el libro, titulada No compre este libro.
Después de American Psycho vendrían Los Confidentes, en 1994; Glamorama, en 1998; y en 2005, volvió con todo con Lunar Park, una especie de relato autobiográfico.
Transcripción de un capítulo de American Psycho:
Un almuerzo
Estoy sentado en DuPlex, el nuevo restaurante de Tony Manus en Tribeca, con Christoper Armstrong, que también trabaja en P&P. Fuimos juntos a Exeter, luego fuimos a la Universidad de Pennsylvania, antes de instalarnos en Manhattan. Inexplicablemente no hemos conseguido mesa en Subjects, así que Armstrong ha sugerido este sitio. Armstrong lleva un traje cruzado a rayas de cuatro botones, una camisa de algodón de cuello volado, de Christian Dior, y una gran corbata de seda con estampado escocés de Givenchy Gentleman. Su agenda de cuero y su carpeta de cuero, ambas de Bottega Veneta, descansan en una tercera silla de nuestra mesa, una buena, delante de la ventana. Yo llevo un traje de lana y estambre con grandes solapas de Schoeneman, comprada en DeRigeur, una camisa de algodón de poplín de Bill Blass, una corbata de seda Macclesfield de Savoy y un pañuelo de algodón de Ashear Bros. En el restaurante se oye una versión a escaso volumen de Les Misérables. La novia de Armstrong es Jody Stafford, que antes salía con Todd Hamlin, y este hecho, junto a los monitores de televisión que cuelgan del techo en circuito cerrado y muestran a los cocineros trabajando en la cocina, me llena de un miedo innombrable. Armstrong acaba de volver de las islas y tiene un bronceado muy intenso, pero también yo.
-¿Qué tal te fue en las Bahamas?- pregunto, después de que hayamos pedido-. Acabas de volver, ¿no?
-Verás, Taylor- empieza Armstrong, con la mirada clavada en un punto situado detrás de mí y un poco por encima de mi cabeza: ¿la columna que ha sido cubierta de terracota, o la tubería a la vista que corre a lo largo del techo?-. Los viajeros que este verano quieran pasar unas vacaciones perfectas deberían mirar hacia el sur, es decir a las Bahamas y a las islas del Caribe. Al menos hay cinco motivos inteligentes para visitar el Caribe, incluyendo el clima y los festivales y otros acontecimientos, los hoteles que nunca están abarrotados y las diversiones, el precio y las culturas inigualables. Mientras muchas personas salen de vacaciones durante los meses de verano y dejan las ciudades en busca de climas más frescos, hay pocas que se hayan dado cuenta de que el Caribe tiene una temperatura anual que oscila entre los veinticuatro y los veintinueve grados centígrados, y que a las islas las refrescan constantemente los vientos alisios. Es frecuente que haga más calor al norte de...
En el programa de Patty Winters de esta mañana se ocupaban de los asesinatos de niños. Entre el público del estudio estaban los padres de niños que habían sido secuestrados, torturados y asesinados, mientras que una mesa redonda de psiquiatras y pediatras trataban de ayudarles a superar,-en cierto modo inútilmente, quisiera añadir, y para mi contento-su confusión y su enfado. Pero lo que de verdad me ha dejado patidifuso han sido-vía satélite, y en un solitario monitor de televisión-tres asesinos de niños condenados a muerte que esperaban a que los ajusticiaran y que, debido a ciertas argucias legales bastante complicadas, trataban de salir en libertad condicional y probablemente lo conseguirían. Pero había algo que no dejaba de distraerme, mientras miraba la enorme pantalla del Sony y desayunaba kiwi y manzana-pera japonesa, agua Evian, bollos de avena y salvado, leche de soja y galletas granola de canela, quitándome la posibilidad de disfrutar con las afligidas madres, y hasta que el programa casi llegó a su fin no conseguí darme cuenta de lo que era: la grieta de encima de mi David Onica que le había dicho al portero que le dijera al encargado que arreglara. Al salir esta mañana y detenerme en el mostrador del portal para quejarme al portero, me he encontrado con un portero nuevo, un tipo de mi edad, pero casi calvo y gordo. Tres donuts con mermelada y dos tazas de chocolate caliente extra oscuro estaban encima del mostrador, delante de él y al lado de un ejemplar del Post abierto por los cómics, y eso me ha hecho comprender que yo era mucho más guapo, tenía más éxito y era más rico de lo que ese pobre hijoputa llegaría a serlo jamás, y por eso he sentido una corriente de simpatía que fluía hacia él, y he sonreído y asentido y he soltado un breve aunque no ineducado buenos días, sin llegar a presentar la protesta.
-¿De verdad?-me encuentro diciéndole a Armstrong en voz alta, sin el menor interés.
-Como en Estados Unidos, celebran los meses de verano con festivales y acontecimientos especiales que incluyen conciertos, exposiciones de arte, ferias callejeras, torneos deportivos, y debido a la gran cantidad de personas que viajan fuera, las islas están menos llenas, lo que permite un mejor servicio y que no haya colas cuando se piensa utilizar un barco de vela o cenar en un restaurante. Quiero decir, que creo que la mayoría de la gente va para disfrutar de la cultura, la comida, la historia...
Camino de Wall Street esta mañana, por culpa del atasco he tenido que apearme del coche de la empresa y bajaba andando por la Quinta Avenida camino de la estación de metro cuando he pasado junto a lo que he creído que era un desfile de Halloween, lo que era desconcertante, pues estaba casi seguro de que es mayo, y Halloween es en noviembre. Cuando me he detenido en la esquina de la calle Dieciséis y he mirado con más atención, ha resultado que era algo llamado un "Desfile del orgullo gay", lo que ha hecho que se me revolviera el estómago. Los homosexuales desfilaban muy orgullosos Quinta Avenida Abajo, con triángulos color rosa cosidos en cazadoras de colores pastel, algunos hasta cogidos de la mano, la mayoría cantando "Somewhere" muy desafinados y al tiempo. Me he detenido delante de Paul Smith y los he mirado con cierta fascinación traumatizada, mientras mi mente trataba de hacerse a la idea de que un ser humano, un hombre, puede sentir orgullo por sodomizar a otro hombre, pero cuando he empezado a recibir delirantes proposiciones de tipos de edad, llenos de músculos, con bigotes como morsas, entre los cánticos de "Hay un sitio para nosotros. En alguna parte hay un sitio para nosotros", he echado a correr por la Sexta Avenida, decidido llegar tarde a la oficina y he tomado un taxi para volver a mi apartamento, donde me he puesto un traje nuevo (de Cerruti 1881), me hecho la pedicura y he torturado hasta matarlo a un perrillo que había comprado a principios de semana en una tienda de animales de Lexington. Armstrong sigue hablando monótonamente.
-Los deportes náuticos son, por supuesto, la principal atracción. Pero los campos de golf y las pistas de tenis están en excelente estado, y de las instalaciones de la mayoría de los puntos de descanso se puede disponer mejor durante el verano. Muchas de las pistas tienen luz para jugar de noche además de...
Que te den por el culo..., Armstrong, pienso, mientras miro por la ventana el atasco y los vagabundos que pasan por Church Street. Llega el primer plato: brioche de tomate secado al sol para Armstrong. Chiles poblano con una mermelada de cebolla y naranja a un lado para mí. Espero que Armstrong no quiera pagar, porque necesito enseñarle al jodido hijoputa que tengo una American Express Platino. Por alguna razón en este momento me siento muy triste escuchando a Armstrong, y se me forma un nudo en la garganta, pero trago y tomo un sorbo de Corona y se me pasa la emoción y, durante una pausa, mientras él mastica, pregunto:
-¿Y la comida? ¿Cómo es la comida?-casi de modo involuntario, pensando en otra cosa.
-Buena pregunta. En cuestión de comida, la cocina caribeña se ha vuelto más atractiva desde que la cocina isleña se ha mezclado con la cultura europea. Muchos de los restaurantes son propiedad de norteamericanos, británicos, franceses, italianos, incluso holandeses expatriados, que también se ocupan de ellos...-Por suerte hace una pausa, mientras toma un poco de brioche, que parece una esponja empapada en sangre..., su brioche parece una enorme esponja ensangrentada..., y se lo traga con un sorbo de su Corona. Vuelvo al ataque.
-¿Y el paisaje?-pregunto desinteresadamente, concentrándome en los renegridos chiles, la mermelada amarillenta que circunda el plato formando un artístico octágono, las hojas de cilandro que circundan la mermelada, las pepitas de chile que circundan las hojas de cilandro.
-El paisaje ha quedado realzado por la cultura europea que convirtió a muchas islas en fortalezas durante el siglo XVIII. Los visitantes pueden ver los diversos puntos en los que desembarcón Colón y como nos encontramos cerca del trescientos aniversadio de su primera travesía en 1590, hay un creciente interés en las islas por la historia y cultura que forma parte integral de la vida en la isla...
Armstrong: eres un ... gilipollas.
-Vaya, vaya- asiento-.Bien, bien...-Corbatas de tela escocesa, trajes a cuadros, mi clase de aerobic, devolver las cintas al videoclub, especias que debo comprar en Zabar's, mendigos, trufas de chocolate blanco... El perfume mareante de Drakkar Noir, que es el que lleva Christopher, me llega hasta cerca de la cara y se mezcla con el olor de la mermelada y el cilandro, las cebollas y los chiles-. Vaya, vaya- repito.
Fugazmente se me ocurre que podría sacar mi cuchillo, cortarme una de las muñecas, apuntar la vena cortada en dirección a la cabeza de Armstrong o, mejor aún, a su traje, preguntándome si seguiría hablando. Considero la posibilidad de largarme sin pedir disculpas y tomar un taxi, ir a otro restaurante, a un sitio del Soho, o puede que todavía más lejos, tomar una copa, usar los servicios, puede que incluso llamar por teléfono a Evelyn, volver al DuPlex, y todas las moléculas que constituyen mi cuerpo me dicen que Armstrong seguiría hablando no sólo de sus vacaciones sino de lo que parecen ser las vacaciones de todo el mundo en las jodidas Bahamas. En un determinado momento de la conversación, el camarero retira los primeros platos a medio terminar, trae otras Coronas, pollo con vinagre de frambuesa y guacamole, hígado de ternera con huevas de sabalo y puerros, y aunque no estoy seguro de que haya pedido esto, la verdad es que no importa, pues los dos platos parecen exactamente el mismo. Termino con el pollo con salsa de tomatillo, creo.
-Los que visitan el Caribe no necesitan pasaporte, sólo un documento que los acredite como ciudadanos norteamericanos, y mejor aún, Taylor, el idioma no es una barrera. En todas partes hablan inglés, incluso en aquellas islas donde el idioma local es el francés o el español. La mayoría de las islas fueron anteriormente británicas...
-Mi vida es un infierno-digo para mis adentros, mientras muevo distraídamente los puerros por el plato que, dicho sea de paso, es un triángulo de porcelana-. Y hay muchas personas a las que, bueno, me apetece..., me apetece, bueno, creo que matar- digo, recalcando la última palabra y mirando a Armstrong directamente a la cara.
-El servicio ha mejorado considerablemente en las islas y tanto American Airlines com Eastern Airlines cuentan con enlaces en San Juan que conectan con vuelos a la islas que no tienen vuelos directos. Con el servicio adicional de BWIA, Pan Am, ALM, Air Jamaica, Bahamas Air y Canyman Airways es fácil llegar a la mayoría de las islas. Hay enlaces adicionales de LIAT y BMIA, que cuentan con una serie de vuelos de isla en isla...
Alguien que creo que es Charles Fletcher se acerca mientras Armstrong sigue hablando y me da un golpecito en el hombro y dice:
-¿Qué tal Simpson? - Y-: Nos veremos en Fluties.
Luego, en la puerta, se reúne con una mujer muy atractiva - grandes tetas, rubia, vestido ajustado, que no es su secretaria ni su mujer - y se marchan de DuPlex juntos en una limusina negra. Armstrong sigue comiendo, cortando en cuadrados perfectamente regulares los filetes de hígado de ternera, y sigue hablando mientras cada vez me pongo más triste.
-Quienes no puedan tomarse una semana entera de vacaciones encontrarán que el Caribe es el lugar ideal para pasar un fin de semana. Eastern Airlines ha creado su Club Fin de Semana que incluye muchos puntos de destino en el Caribe y permite a sus miembros visitar muchos lugares a precios drásticamente reducidos, lo cual sé que no importa mucho, pero impulsará a la gente a ir.
Traducción: Mariano Antolín Rato
Links: El año de ser odiado, por Bret Easton Ellis.
www.randomhouse.com
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