Después de tres años, se estrenó el esperado documental Lagerfeld Confidencial sobre el kaiser de la moda Karl Lagerfeld. El realizador francés Rodolphe Marconi fue el único que logró convencer al director creativo de Chanel y lo acompaño durante dos años para retratarlo alrededor del mundo: en su lujoso apartamento de París, en su jet privado y en Montecarlo, donde almuerza con Carolina de Mónaco.
Nacido en Alemania en 1938 (aunque existen rumores que afirman fue en el 1933) y a los 14 emigró a París interesado en la moda. Tres años más tarde y con solo 17 años, Lagerfeld conseguía un puesto de trabajo junto al diseñador Pierre Balmain, otro grande de la moda. También creo su propia marca y colabora con firmas como Fendi y Chloé.
Lagerfeld está considerado como uno de los diseñadores más influyentes del mundo de la moda del siglo XX. Pero su actividad no se agota ahí, además, es experto en arte, fotógrafo, pintor y posee una librería. El provocador y, a veces, reaccionario couturier se refiere a lo largo de la cinta a varios temas de su multifacética vida. Explica que jamás podría coser un vestido porque no tiene paciencia, detesta el psicoanálisis, la nostalgia, a los homosexuales que reivindican el matrimonio burgués y a la gente que no sabe estar sola. Adora la lectura, la fotografía, los cambios y el Típex en sus bocetos. Destacamos algunos pasajes del film:
SOBRE SU MADRE: "Convertía a todo el mundo en su esclavo. Yo agradecía su frialdad porque no hubiera soportado lo contrario; tuve una infancia muy feliz", comenta. Y, a continuación, se describe como "un pequeño Shirley Temple, insoportable y mimado".
SOBRE SU HOMOSEXUALIDAD: "Se lo dije a mis padres a los 13 años y no fue ningún problema. Cuando un profesor me preguntó si había leído Muerte en Venecia le respondí: '¿Crees que soy tan patético?'", cuenta el modisto alemán. "Fui sexualmente activo desde muy joven. Ha habido algunas tragedias en mi vida, pero no te voy a dar nombres", advierte.
SOBRE LA INDUSTRIA DE LA MODA: “No hay trabajos que se ajusten a los criterios de justicia social. Es como el cine. Muchos chicos y chicas quieren hacer cine, pero poco lo logran. Desgraciadamente, las Nicole Kidman escasean. Para hacer este trabajo tenés que aceptar las injusticias –lo mismo ocurre en la moda. Hay otras carreras. Podés trabajar para la Seguridad Social. Es una apuesta más segura. (…) La moda es efímera, peligrosa e injusta”.
SU SER EN LA MODA: “Yo no quiero ser real en la vida de otras personas. Quiero ser una aparición”.
Recordemos que hace unos años Lagerfeld decidió perder 36 kilos para poder vestir la colección de Hedi Slimane (Dior). Así lo cuenta él mismo: "De repente me quise vestir diferente, usar prendas diseñadas por Hedi Slimane" afirmó. "Pero esta ropa, modelada por chicos muy, muy flacos -y no por hombres de mi edad- requería que perdiese por lo menos 36 kilos. Me tomó exactamente trece meses".
Un interesante acercamiento a la intimidad del hombre más misterioso de la industria de la moda.
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