Además de confesar que Ricardo Mollo es su vida porque "sabe contenerla", esta entrevista de la revista Luz, permite ver por qué ésta simpática y enérgica chica llamada Natalia Oreiro, habla con esa vocecita de nena de once años.
-La novela se llama Sos mi vida. ¿Quién es “la vida” de Natalia Oreiro?
-Y, Ricardo (dice sin dudar). ¡Mirá cómo das la vuelta para que yo sola me meta en la trampa! (risas). Ricardo en cuanto al amor y, después, la vida en sí. Yo soy una persona que disfruta mucho de estar en contacto con la naturaleza. Y cuando no estoy trabajando o cuando llego a mi casa, me descalzo enseguida, voy al jardín... La vida en sí es mi vida. No tengo grandes pretensiones.
-Se te nota bastante pacífica
-Sí. En mi vida personal me gusta estar en silencio, contrariamente a lo que la gente ve de mí, porque soy muy charlatana. Pero cuando estoy en casa, si bien soy muy pila, necesito mucho bajar para asentarme porque si no, sería una desequilibrada total y no pararía nunca.
Luz: ¿Viene por ese lado la decisión de ser una Oreiro unplugged? No tenés celular, computadora...
Oreiro: No Internet, no celular, no auto, no reloj... Seguramente sea por eso. No es porque yo sea una ignorante y no pueda... En realidad, no me interesa y la sobreexposición no me gusta... A mí me da mucho miedo estar taaaaaaaan informada. Me informo sólo sobre lo que me interesa. Me da mucho miedo la Internet. Yo sé que es un arma buenísima, pero prefiero, en ese sentido, ser un poco más hippie. Quizás por todo lo que me pasa en mi profesión. Debe tener mucho que ver. Recuerdo que cuando tenía cuatro o cinco años dibujaba agua y una isla donde estaba yo con un perro. Y le decía a mi mamá que me iba a ir a vivir a una isla. ¡Una cosa de aislamiento total! La verdad es que hoy sigo deseando lo mismo. Si no es una isla, el campo o el mar...
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